DISH Network L.L.C. PÉSIMA EXPERIENCIA CON DISH ,Y FALSA PUBLICIDAD, PO Box 94063, Palatine, Illinois 60094-4063 or PO Box 72 Nationwide
Mi señora, Janet S, adquirió los servicios de Dish (televisión e internet) en un paquete anunciado publicitariamente como ‘sin contrato’, en el que el vendedor le repitió, una y otra vez, que podía dar por terminado el servicio cuando quisiese y sin cargos escondidos. A los tres meses de recibir su pésima señal, de decenas de subterfugios para cobrarnos más de lo acordado y de un sinfín de reclamos por ello, denuncié a Dish ante la Federal Communications Commission (FCC), en Washington. Dish ignoró el llamado de atención de la FCC y, en represalia por mi denuncia, nos quitó canales del paquete adquirido y redujo a su más pobre expresión nuestra señal de internet. Por tres meses más, semana a semana, llamé a Dish para que rectifique su proceder y deje de inventarme nuevos cargos en mi facturación. Al ver que mis reclamos eran infructuosos, el 24 de septiembre contraté los servicios de otra compañía y al día siguiente avisé a Dish para que corte la facturación de sus servicios a esa fecha. Los representantes de Dish, entrenados para agredir y amedrentar a los usuarios ‘rebeldes’, afirmaron con la mayor desvergüenza que hemos suscrito un contrato y pretenden cobrarnos $600 por ‘cancelación’ del mismo, $17 por la devolución de las cajas y receptores y más cargos que rechazo y han dado lugar a una nueva denuncia ante la FCC, que Dish seguramente ignorará porque su desmedido afán de dinero desafía a la autoridad y pisotea inmoralmente al consumidor. ¿Cuántos cientos de miles de víctimas (‘clientes’) habrán sido víctimas de propagandas engañosas, cobros abusivos y más triquiñuelas de esta empresa que se ríe de las autoridades? Ayer Dish se apropió de un dinero de la cuenta de mi señora, sin ninguna explicación, y tememos que, si las autoridades no actúan con firmeza, Dish pueda seguir disponiendo de nuestro dinero y del de cientos de miles de usuarios estafados.
Lelio P
San Jacinto, California
My wife, Janet S, Dish acquired the services (TV and internet) announced by advertising as a 'no contract' package in which the seller will repeated again and again, that he could terminate the service when wanted and no hidden charges. Within three months of receiving the bad signal, tens of subterfuge to charge more than agreed and endless claims therefore I denounced Dish at the Federal Communications Commission (FCC) in Washington. Dish ignored the clarion call of the FCC and in retaliation for my complaint, we removed the purchased package channels and reduced its expression our poor internet signal. For three months, every week, I called Dish to rectify their behavior and stop inventing new charges on my invoice. Seeing that my claims were unsuccessful, on September 24, I hired the services of another company and the next day warned Dish to cut billing services at that time. Representatives of Dish, trained to attack and intimidate users 'rebels', said with the greatest impudence that have signed a contract and intend to charge $ 600 for 'cancellation' of the same, $ 17 for returning the boxes and receivers and managers rejection and a new case have led to the FCC that Dish probably ignored because his excessive desire for money challenges authority and tramples consumer immorally. How many hundreds of thousands of victims ('clients') have been victims of deceptive advertising, unfair charges and tricks of this company that makes fun of the authorities? Yesterday Dish appropriated money from my wife's account, without any explanation, and we fear that, if the authorities do not act firmly, Dish can continue to have our money and hundreds of thousands of scammed users.
Lelio P
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San Jacinto,California,
DISH GANA TIEMPO PARA DEPREDARME DISH TIME TO WIN DEPREDARME
#2Author of original report
Sat, October 11, 2014
Por lo visto, Dish ni contesta mi denuncia ni la de miles de usuarios engañados que aparecen en esta y otras webs que defienden los derechos de los consumidores. Para Dish, esas denuncias son simples desahogos y con tal que sus clientes (léase: “víctimas”) sigan pagando, pueden desahogar su indignación como quieran. Acorazada con su infinito cinismo y desprecio hacia sus usuarios, Dish ignora sus quejas y no le importante dónde las hagan, siempre que no sea un tribunal. En este caso Dish les opondrá un ejército de abogados que torcerán la Ley para demostrar ante la Justicia que los demandantes la difaman para no pagar sus abusivas facturas por sus servicios, solicitados o no, reales o ficticios, de regulares a malos. Eso no suele ocurrir en las demandas colectivas contra Dish, patrocinadas por abogados litigantes expertos, que saben cómo demostrar los abusos de esa mala compañía. Esas derrotas legales no intimidan a la abusiva: ¿qué le cuesta perder el reclamo legal de unos pocos miles de “clientes” y resarcirlos? Dish tiene millones de “clientes” más, en su gran mayoría ingenuos, sumisos, amedrentables y aprovechables.
Como personas mayores y dependientes de su jubilación, ni mi esposo ni yo tenemos los medios para financiar una asesoría legal competente, por lo que nos estamos defendiendo como sea posible de los nuevos atropellos de Dish:
1) Facturar por servicios que ya no presta, puesto que desde el 24 de septiembre tengo otro proveedor.
2) Negarse a cortar mi facturación al 25 de septiembre, día en que se lo solicité a cinco representantes de Dish, quienes me informaron, por primera vez en los seis meses de mal servicio, de la existencia de un “contrato” fraudulento, que nunca vi, leí ni suscribí.
3) Intentar sustraer de mi cuenta corriente $117.73, sin explicación del porqué, a los pocos minutos de mi conversación con sus representantes, el mismo 25 de septiembre.
4) Negarse a enviarme las etiquetas para la devolución de sus equipos rentados (todos viejos y usados), el mismo día 25 de septiembre.
5) Empezar a hostigarme con llamadas automáticas en inglés (idioma que a duras penas leo, y mal), y correos electrónicos, haciéndome cobros temerarios: $124.18 el 6 de octubre, por sus “servicios” de ese mes, $72.24 el 10 de octubre, sin explicar el concepto.
6) “Inflar” ilegalmente una deuda que no existe para proceder dolosamente, sin mi conocimiento, y demandarme por el no pago de los citados $117.73, $124.18 y $72.24 (que ya dan $314.15), más $600 por “rescisión” del falso contrato, más $17 por cada caja rentada (y vieja) y sabe lo Dios cuánto por su antena, que Dish pretende que yo baje techo y devuelva con una etiqueta que se niega a enviarme.
En legítima autodefensa, he procedido a:
1) Devolver a Dish sus equipos viejos, por iniciativa propia, el 3 de octubre, vía UPS (tracking numbers 1Z4039F09057833414 y 1Z4039F09092363919). Mi casa está abierta para que sus “técnicos” retiren cuanto antes la antena, porque no estoy dispuesta a partirme el espinazo desmontándola por ellos.
2) Solicitarle a mi banco que no reconozca ningún cobro de Dish posterior al 25 de septiembre.
3) Notificar a las autoridades correspondientes de estos abusos. Las estatales me acaban de informar que Dish no es de su jurisdicción, las federales recién hoy han acusado recibo de mi demanda.
4) Notificar a las tres entidades de informes crediticos para que no acepten y den trámite al posible mal informe sobre mí que les haga llegar Dish Network o cualquiera de las denominaciones de esa compañía.
5) Buscar angustiosamente y sin éxito a la “autoridad de la franquicia local o gobierno local para obtener más ayuda” (sugerencia de la California Public Utilities Commission).
6) Soportar el constante hostigamiento de las llamadas telefónicas y los emails de Dish, que me recuerdan “amistosamente” que debo darle mi información bancaria para que me pueda seguir cobrando por lo que ya no brinda.
7) Aprender a vivir bajo el permanente temor de que la “cancelación” del falso contrato y sus costos, más los nuevos y taimados cobros, más las llamadas y emails que no atiendo porque pretenden despojarme de mi poco dinero, sean utilizados por Dish como “prueba” de que intentó cobrarme “de buenas maneras” antes de recurrir a la instancia judicial y obtener de ella, abusando de su buena fe, un fallo que le sea favorable para enviarme al cobro coactivo.
Mientras ninguna autoridad tome carta en el asunto o se demore en actuar, se le está dando tiempo a Dish para que arme su embuste abultando deudas, inventando servicios, manipulando grabaciones y fabricando cláusulas en un contrato que nunca vi, leí ni suscribí, por lo que la parte que lo redactó sin conocimiento de la otra puede corregirlo y enmendarlo cuantas veces le parezca conveniente. Es mi palabra como ciudadana y como consumidora que honra sus compromisos contra la palabra de una empresa que sólo con sus nuevos e rufianescos cobros ($117.73, $124.18 y $72.24), está demostrando su dudosa integridad moral ya que no existe justificación para estos cobros. Dish no me provee nada y nada tengo que le pertenezca, salvo su antena en mi techo, que se puede llevar cuando quiera. Pese a saberme del lado correcto y lícito, las exigencias de Dish me está doblegando anímicamente y causando daños morales, psicológicos y emocionales irreparables. Hace pocos días recibí una carta de Bill Me Later, subsidiaria de PayPal, informándome que “alguien” trató de abrir una cuenta con ellos utilizando mi nombre. Ayer recibí una llamada de Enhanced Recovery Co. (ERC), una empresa de cobros coactivos con sede en Florida, y su representante me habló en inglés, por lo que nada le entendí. ¿Está Dish detrás de eso? ¿El acoso de Dish me está volviendo paranoica? ¿Puede alguien sugerirme qué hacer para acabar con esta pesadilla antes de que mi salud sea irremediablemente afectada, y antes de vea mi cuenta corriente o alguna tarjeta de crédito depredada por Dish?
Apparently, Dish or answer my complaint nor deceived thousands of users listed in this and other sites that defend the rights of consumers. For Dish, these allegations are mere rants and provided their customers (read: "victims") continue to pay, can vent their anger as they want. Armoured with his infinite cynicism and contempt for its users, Dish ignored their complaints and not important where you make them, provided it is not a court. In this case Dish oppose them an army of lawyers who will twist the law to satisfy the Justice defame the plaintiffs for not paying their bills for their services abusive, wanted or not, real or fictitious, fair to poor. That does not usually happen in class action lawsuits against Dish, sponsored expert trial lawyers who know how to show the abuses of that bad company. These legal defeats no abusive bully: what it costs losing the legal claim of a few thousand "customers" and compensate them? Dish has millions of "customers" more, the great naive, submissive, amedrentables and most profitable.
As elderly and dependent retirement, neither my husband nor I have the means to finance a competent legal advice, so we're defending as possible new abuses of Dish:
1) Billing for services not provided, because since September 24 have another supplier.
2) Refuse to cut my billing to 25 September, the day on which I applied to five representatives Dish, who informed me for the first time in six months of bad service, the existence of a "contract" fraudulent, I never saw, read or subscribed.
3) Try to steal from my checking account $ 117.73, without explaining why, a few minutes of my conversation with their representatives, the same 25 September.
4) Refuse to send labels for the return of their rental equipment (all old and used), the same day 25 September.
5) Begin to harass with automatic calls in English (which barely read, and bad), and emails, making reckless charges: $ 124.18 on 6 October, for their "services" that month, $ 72.24 on October 10 without explaining the concept.
6) "Inflate" illegally a debt that does not exist to proceed fraudulently, without my knowledge, and sue for non-payment of said $ 117.73, $ 124.18 and $ 72.24 (already given $ 314.15), plus $ 600 for "termination" of the false contract plus $ 17 per rented (and old) box and God knows how its antenna, which I intended dish ceiling and back down with a label that refuses to send.
In legitimate self-defense, I proceeded to:
1) Returning to their old teams Dish, on its own initiative, on October 3 via UPS (tracking numbers and 1Z4039F09092363919 1Z4039F09057833414). My house is open for their 'technical' withdraw without delay the antenna, because I'm not willing to break my spine disassembling them.
2) To request my bank to not honor any payment of Dish back to September 25.
3) Notify the appropriate authorities of these abuses. The state recently informed me that Dish is not their jurisdiction, the feds have only now acknowledged my request.
4) Notify the three entities crediticos reports not to accept the possible process and give bad report about me to them by Dish Network or any of the names from that company.
5) Look for anxiously and unsuccessfully for the "authority of the local government or local franchise for more help" (suggested by the California Public Utilities Commission).
6) Support the constant harassment of phone calls and emails from Dish, which remind me "amicably" I should give you my bank details so I can continue to charge so it no longer provides.
7) Learn to live under the constant fear that the "cancellation" of the fake contract and costs, plus new and sneaky charges, more calls and emails that do not answer because they intend to strip me of my little money, to be used by Dish as "proof" that tried to charge me "politely" before resorting to the courts and get her, abusing her good faith, a decision that is favorable to send the enforced collection.
While no authority to take letter in the issue or delay in acting, he is giving time for Dish to build your lie bulging debt, inventing services, manipulating recordings and manufacturing clauses in a contract that I never saw, read or subscribed, so the party who drafted it without knowledge of the other can correct and amend it as often as he sees fit. It's my word as a citizen and as a consumer that honors its commitments against the word of a company that only their new and thuggish charges ($ 117.73, $ 124.18 and $ 72.24), is demonstrating its dubious moral integrity since there is no justification for these charges. Dish does not provide me anything and I have nothing belonging to you, unless your antenna on my roof, which can be worn anytime. Despite knowing myself the proper and lawful hand, the demands of Dish is by crushing me emotionally and causing irreparable moral, psychological and emotional damage. Few days ago I received a letter from Bill Me Later, PayPal subsidiary, informing me that "someone" tried to open an account with them using my name. Yesterday I received a call from Enhanced Recovery Co. (ERC), a company of coercive collection based in Florida, and his agent spoke to me in English, so I understood nothing. Is Dish behind that? Does Dish harassment is making me paranoid? Can anyone suggest me what to do to end this nightmare before my health is inevitably affected and see before my checking account or a credit card pillaged by Dish?
Janet S.
San Jacinto, California